October 26, 2009

Una carta perfumada para el mundo Parte I

Recuerdo que cuando Silvia y yo éramos todavía novios, más de una vez ella me hizo cartitas de amor. Yo las conocía por su aroma. Las escribía con su lapicero perfumado y cuando abría el sobre el olor llenaba mis sentidos....esos tiempos.
Bueno algo así vamos a ver hoy en este pasaje: 2 Corintios 2:14- 3:6.

"Sin embargo, gracias a Dios que en Cristo siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas partes la fragancia de su conocimiento. Porque para Dios nosotros somos el aroma de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden" 2:14,15. (NVI)

Dice el Señor que el nos ha salvado, nos ha limpiado del olor nauceabundo del pecado que había en nosotros por la esclavitud en la que estábamos; y nos ha impregnado del aroma de Cristo para que nosotros esparzamos por todo lugar ese olor.

Te a pasado que cuando estas en el bus, enbuído en tus pensamientos (o en tus sueños), de pronto sube una persona con un perfume muy agradable, ese aroma te hace volver la cabeza a buscar el origen de la fragancia? y es que una buena fragancia difícilmente pasa desapercibida. y eso es que lo que el Señor quiere que nosotros portemos, la fragancia irresistible de nuestro Señor Jesucristo. y ¿cómo funciona eso?

cuando la gente de pronto empieza a notar un cambio en tu vida, producto de la obra del Espiritu Santo en tu vida, empieza a preguntarse "¿
que ha pasado con Jaime que ahora sí se puede hablar con el? Ya no anda ebrio todo el día". "¿Qué pasa que hace tiempo que no escuhamos a Juan decir sus grocerías?".....es un nuevo perfume en sus vidas, que hace que la gente lo note, es el aroma de Jesucristo. y este aroma de Cristo es para que lo puedan disfrutar nuestros hermanos creyentes o los que no lo son.

Honestamente hablando, en la iglesia no es dificil ser un perfume grato. Es más, nuestra iglesia es un jardin de rosas cuando los hermanos se juntan en armonia a tener koinonia unos con otros; PERO, cuando estamos en un ambiente NO creyente, cuando estamos en el tráfico de la calle, o en el trabajo con personas difíciles, lo que emana de nosotros no es exactamente un aroma agradable....por eso nuestra oración esta noche es:
"Señor ayúdame a llevar la exquisita fragancia de nuestro Señor a todo lugar, sobretodo a la gente que no te conoce." y por supuesto sabemos que no estamos hablando de una fragancia en un frasco, sino que nuestra vida es esa fragancia.

continua....

Una carta perfumada para el mundo Parte II

"Para éstos somos olor de muerte que los lleva a la muerte; para aquéllos, olor de vida que los lleva a la vida. ¿Y quién es competente para semejante tarea? A diferencia de muchos, nosotros no somos de los que trafican con la palabra de Dios. Más bien, hablamos con sinceridad delante de él en Cristo, como enviados de Dios que somos."
2:16,17. (NVI)
Siguiendo con la idea anterior, para mucha gente los cambios que el Espíritu Santo empieza a hacer en nuestra vida son de olor fragante, para otros es un olor a muerte. Un amigo que había estado consumiendo drogas por más de 20 años, cuando el Señor empezó a limpiarlo y la gente lo veía sobrio, ya no les robaba, estaba limpio y bien arreglado estaban muy contentas al ver lo que Dios hacía; pero cuando este amigo se acercaba a sus ex compañeros drogadictos para predicarles, estos se sentían muy incómodos con él, su sola presencia les hacía sentir juzgados.
Así será la reacción del mundo frente a la fragancia de Cristo en nosotros.

Y por supuesto que demás está decir que, nosotros somos sólo como el frasco contenedor de la fragancia, los méritos son para nuestro Señor Jesucristo; es su aroma lo que atrae a las personas. No hay lugar para el ego aquí.
Por supuesto que habrá algunos que intentarán comercializar esta fragancia, como lo menciona Pablo aquí. Pero recordemos que es una fragancia que estamos llamados a esparcir al mundo, en forma gratuita, es decir no por ganacia deshonesta.

Continua....

October 25, 2009

Una carta perfumada para el mundo Parte III

¿Acaso comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O acaso tenemos que presentarles o pedirles a ustedes cartas de recomendación, como hacen algunos?
3:1. (NVI)

Había en esa época predicadores itinerantes que, salían de sus iglesias con intenciones de ir a diferentes lugares para predicar la Palabra. Pero para poder ser aceptado en el púlpito de uan iglesia era necesario presentar la carta de presentación. Bueno eso era también una puerta abierta a los falsos maestros.

Pablo usando esa idea les dice a los hermanos de Corinto: "cuando yo los visite, ¿acaso debo potar también una de estas cartas?....porque al parecer ya no soy tan bien recibido como antes en Corinto".

"Ustedes mismos son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos."
3:2. (NVI)


Pablo continua diciendo: "si de carta de presentación se trata, ustedes son esa carta" el fruto en la vida de las personas en Corinto podían dar testimonio de la obra de Pablo. Si de evidencia que le respalde se trataba, en Corinto había mucha. Pablo había estado ministrándoles por mucho tiempo y ellos habían crecido en su fe por el ministerio de Pablo. y esta evidencia no era sólo para los hermanos de Corinto sino para el mundo entero. Todos eran testigos de la obra del Señor en esta iglesia, obrada por supuesto a través de Pablo.

"Es evidente que ustedes son una carta de Cristo, expedida por nosotros, escrita no con tinta sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra sino en tablas de carne, en los corazones." 3:3. (NVI)

Y antes de que alguien pudiera de tildarlo de quitarle la gloria a Dios, el Apóstol aclara que esta carta, que era la obra del Espíritu Santo en los creyentes de Corinto, no había sido escrita por Pablo sino por el Señor. Dice Pablo: "el Señor es quen ha redactado esta carta y nosotros sólo hemos sido la tinta"

Cristo había cambiado la vida de mucha gente en la iglesia de corinto, él había usado a Pablo para hacer esos cambios. Y la evidencia de esta obra era como una carta dirigida a Corinto, a creyentes y no creyentes. Todos podían ver (leer) esta carta en la vida de la gente. El Señor en esta carta decía: "yo soy un Dios vivo que quiero salvarte, limpiarte y transformarte....mira lo que estoy haciendo en la vida de estas personas"

Muchas veces nuestra vida será más "escuchada" que nuestra predicación. No se trata de dejar de predicar sino de empezar a vivir con la actitud de posser la fragancia de Cristo.

Cuando vamos a una tienda por departamentos (como Ripley o Saga) y pasamos por la sección de perfumería, están estas impulsadoras que frotan unos papelitos impregnados de perfume en nuestras muñecas de las manos. Al oler la fragancia y si es de nuestro agrado ¿qué es lo primero que preguntamos?: ¿qué perfume es...?

Es lo mismo que viene a la mente de las personas cuando son capaces de percibir el aroma de Cristo en nuestras vidas: ¿cómo sucedió el cambio en tu vida...?, ¿qué te hizo cambiar...? y nuestra respuesta será: CRISTO LO HIZO!!!

Resumiendo todo, somos una carta abierta al mundo, que pueden leer la obra del Señor en nosotros, pero es una carta perfumada, que atrae, que genera espectativa, que no pasa desapercibida.

...Señor, gracias por limpiarnos de la inmundicia, y gracias porque ahora nos has impregnado del aroma de Jescuristo para llevarlo a todo lugar, gracias por que cuando la gente empieza a observar nuestras vida, podrá leer la obra de tu Espíritu en nosotros. Señor, ayúdanos a ser una carta perfumada para el mundo, que la gente voltée sus miradas hacia tí, que se sientan atraidos hacia ti. Amén.

October 01, 2009

My First wedding ceremony as a Pastor

Last Saturday I had my first wedding ceremony as a Pastor. I was more nervous that de groom.

Dante y Fatima, a couple who began to attend to our church some months ago. It was a nice ceremony.

El sábado pasado, celebré mi primera boda como pastor. Creo que yo estaba más nervioso que el novio. La preja es una jóven pareja que está asistiendo a nuestra iglesia hace unos meses. Oramos para que sigan creciendo en la fe y que Dios bendiga abundantemente su matrimonio.